LOS LIBROS DE ALLAN KARDEC
Quemados en Barcelona hace cuarenta y cinco años. (1)
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Se quemaron los libros
de las verdades,
(que cometen los hombres
mil necedades).
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Volaron sus cenizas
por los espacios,
entrando en las cabañas
y en los palacios.
*
Algunas hojas sueltas
fueron leídas;
y sus sabias lecciones
bien comprendidas.
*
Todo lo extingue el fuego
menos la idea;
el pensamiento vence
siempre a la tea.
*
Todo se quema; todo,
(menos lo eterno);
nieve son las hogueras
del hondo averno.
*
Y la verdad es eterna
porque es Dios mismo;
hoy lleva un nuevo nombre:
¡Espiritismo!
*
Y son sus enseñanzas
tan racionales,
y son todas sus leyes
tan naturales,
*
que es preciso aceptarlas
sin restricciones,
que la lógica misma
son sus razones.
*
¡Quemad libros, ilusos!
(¡vana tarea!)
surgió de sus cenizas,
potente idea.
*
¡Idea grande, sublime!
de Dios emblema;
que es el Espiritismo
la Ley Suprema.
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Extraído de la obra: Los albores de la Verdad. Capítulo 11. Los Libros de Allan Kardec.
(1). El 9 de octubre de 1861 ocurrió un hecho que marcó un antes y un después para el destino del Espiritismo en España. Buscando el efecto contrario, la autoridad eclesiástica de la época avivó la “llama” de la curiosidad a una ingente cantidad de personas que se aglutinaban indignadas alrededor de una inmensa hoguera; contemplando atónita, uno de los últimos atropellos inquisitoriales, con la intención de eliminar numerosas obras que legalmente habían sido adquiridas desde Francia para su distribución por nuestro país. Eran las diez y media de la mañana, y en una explanada de la ciudad de Barcelona, lugar donde eran ejecutados los criminales condenados al último suplicio, y por orden del obispo de esa ciudad, fueron quemados 300 volúmenes y opúsculos sobre Espiritismo.
Autor imagen de portada: Life-Of-Pix.