Guías Espirituales.
Nunca se cansan de inspirar y socorrer. Jamás abandonan a sus pupilos o desisten de la acción de beneficencia al lado de ellos.
Siempre se valen de las mínimas libertades para inculcar las ideas felices y el bien eficiente.
Vigilantes, son el apoyo en el desfallecimiento, el coraje en la desesperanza y la fuerza en el momento del desánimo.
No estimulan la insensatez, no imitan a la vanidad o al orgullo venenoso.
Discretos, pasan a veces, desapercibidos, no obstante, están siempre presentes.
Generosos, no descuidan la disciplina o la energía.
Gentiles, censuran el error, sin embargo, amonestan con cariño, con decisión.
Caritativos, perseveran hasta el agotamiento que no los alcanza, porque se renuevan en el amor de Dios, que nunca les falta.
Asumen el compromiso de apoyar, antes que se inicie la experiencia carnal del tutelado y no lo terminan ni siquiera, cuando se rompen los lazos corporales.
Varían las técnicas de socorro, conforme la ocasión y las necesidades.
Repiten el discurso de amor y protección mil veces, al presentar entonaciones nuevas y cordiales.
No se exasperan, pero tampoco se mantienen en complicidad.
… Son los Guías Espirituales de los seres humanos.
Nadie, en la Tierra, se encuentra sin la protección de ellos en nombre de Dios.
Son ángeles guardianes, laboriosos y nobles, que interceden, respaldan y amparan a los hombres, protegiéndolos de las imperfecciones que les afean el carácter y para cuya purificación volverán a la reencarnación.
Haya lo que hubiere, incluso rechazados y maltratados, no desprecian a los protegidos rebeldes, que más aman, propiciándoles en diversas ocasiones, el beneficio del sufrimiento que los despierta para las realidades mayores.
Sabiendo que el dolor es el método más eficaz además del amor, lo atenúan, al confiar que el cincel burilador realizará el milagro de tallar las aristas y liberar la gema preciosa, que es el Espíritu adormecido en la ganga de la ignorancia y de la perversidad.
Si pretendes alcanzar las estrellas, volar libre en la inmensidad, soñar y vivir el amor sin límites, haz silencio interior y oirás a tus abnegados Guías Espirituales, que esperan tu decisión de felicidad, desde hace mucho tiempo, y están prontos a extenderte las manos angelicales y salvadoras.
Joanna de Ângelis.
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(Extraído de la obra MOMENTOS DE CORAJE. Capítulo 2. Guías Espirituales. Por el espíritu de Joanna de Ângelis, psicografía de Divaldo Pereira Franco).