EL DOLOR MORAL DEL ALMA
“NINGUN DOLOR FÍSICO ES EQUIPARABLE AL DOLOR MORAL DEL ALMA” [1]
El dolor moral es el que nuestra conciencia no consigue calmar, porque, precisamente esa conciencia nos dice que hemos actuado mal, y está basada en la ley Natural o Divina, que es eterna, inmutable y justa.

Aparecen como sentimientos de culpa, tristeza, remordimientos, vergüenza, que pueden afectar, si perduran en el tiempo, también a nuestro cuerpo, a la parte psicológica y mental, e incluso derivando en enfermedades de variada índole.
La inferioridad de las facultades del ser humano no le permite comprender la naturaleza íntima de las leyes de Dios, pero a medida que en él se desarrolla el sentido moral, su pensamiento penetra mejor en el fondo de las cosas, y se forma de ellas una idea más exacta y más conforme con la justicia divina, y esto le permite razonar con más acierto para sobrellevar mejor el dolor moral.
El dolor físico en cambio, consecuencia de enfermedades, genética, accidentes, vicios, etc.; se intenta solventar con ayuda de medicamentos, cirugía, terapias, etc., para disminuir y hacer que sea lo más llevadero posible.
Aunque realmente, todo tiene una raíz espiritual que debemos sobrellevar con entereza y elevación, puesto que su fin siempre será muy útil para nuestro progreso, si lo sabemos sobrellevar sin quejas ni rebeldía.
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[1] EL DOLOR MORAL DEL ALMA. Ideas recibidas mediúmnicamente en el Centro Espírita Hogar Fraterno a lo largo de varios años.
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