Ave María

AVE MARÍA (*)

.

¡Ave María! Señora

del Amor que ampara y redime,

¡hay del mundo si no fuera

vuestra misión sublime!

.

Llena de gracia y bondad,

es por vos que conocemos

la eterna revelación

de vida en sus dones supremos.

.

El Señor siempre está contigo,

mensajera de ternura,

providencia de los que lloran

en las sombras de desventura.

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¡Bendita sois vos, Reina!

estrella de la Humanidad,

rosa mística de fe,

¡lirio puro de humildad!

.

Entre las mujeres sois vos

la Madre de las madres desvalidas,

nuestra puerta de esperanza,

¡el Ángel de nuestras vidas!

.

Bendito es el fruto inmortal

de vuestra misión de luz,

desde la paz del pesebre,

a los dolores, más allá de la Cruz.

.

Que así sea por siempre,

¡Oh Divina Soberana!

refugio de los que padecen

en los dolores de la lucha humana.

.

¡Ave María! Señora

del Amor que ampara y redime,

¡hay del mundo si no fuera

vuestra misión sublime!

.

(*) Traducción del texto original en portugués.

Autora espiritual: Amaral Ornellas (1).

Obra: Párnaso de Além–Túmulo -Parnaso de más allá de la tumba- (Psicografía Francisco Cándido Xavier). Año 1932.

(1) Funcionario público. Nació en Río de Janeiro el 20 de octubre de 1885 y falleció el 5 de enero de 1923. De brillante talento, dejó dos volúmenes de poesía, aclamados por la crítica contemporánea, además de copiosa literatura teatral y doctrinal.

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