“Alejad la tristeza, no perder la esperanza; con cariño y conocimiento alejaréis vuestros sufrimientos y el de los demás”.
Cuando nuestro ánimo está muy bajo, sin ilusión, consuelo, con pena o desdicha, decimos también que estamos tristes, que tenemos tristeza, sentimiento que viene de tener algún sufrimiento.
En cambio, cuando nuestro estado de ánimo esta con ilusión, confianza y optimismo para vivir lo que nos está pasando, nos envolvemos con esa esperanza, que, a su vez, nos da la seguridad de que todo va a realizarse como uno quiere o espera.
Por eso el espiritismo nos dice que, con cariño, sentimientos nobles, sanos, y aceptando que por alguna causa que de momento no recordamos, tenemos que vivir necesariamente los momentos o circunstancias que nos tocan pasar, siempre por nuestro bien, pese a que, en ocasiones, puedan ser duros y dolorosos. Reflexionemos pues, buscando la causa que origina esa tristeza o pérdida de esperanza.
Finalmente, como somos responsables cada uno de nuestros sentimientos, pensamientos y actos, tenemos que aceptar con normalidad que nos deben de llegar las consecuencias de esa libertad de obrar.
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(1) «Alejad la tristeza«. Ideas recibidas mediúmnicamente en el Centro Espírita Hogar Fraterno a lo largo de varios años.
