Orientación Espírita

Orientación Espírita

Si la comunicación con los espíritus no fuera una verdad comprobada y comprobable, mediante los sistemas conocidos, que se prestan a toda clase de análisis, no tendría razón de ser su existencia, puesto que sin la prueba sería un sistema religioso más.

Por consiguiente, y para que esta verdad se imponga en el mundo, se necesitan los hechos, que nos demuestren hasta la saciedad, que no estamos ilusionados, sino que verdaderamente existen los espíritus, y que entran en relación con los hombres para orientarnos, revelándonos que la muerte no tiene más realidad que la que nuestra ignorancia le atribuye.

INSTRUCCIÓN Y ESTUDIO

De aquí la necesidad de instruirnos, y de esta instrucción deriva el conocimiento de las leyes morales que nos obligan a reformar nuestro modo de ser, encaminando nuestros pasos hacia fines más elevados que los que, hasta el presente habíamos presentido.

Si los espiritistas en general diéramos al estudio la importancia que realmente requiere, prefiriéndolo hasta cierto punto a las manifestaciones espíritas, en los que no debiera entrarse sino con un conocimiento relativo de lo que son, nos ahorraríamos muchas censuras de parte de las personas sensatas y muchas ridículas escenas de los ignorantes, pues tendríamos más precaución en nuestra divulgación y procuraríamos hacerlo en mejores condiciones.

En muchas ocasiones valdría más callarse y no hablar de cuestiones que para nosotros constituye argumentos de convicción, y no lo son para todos. En este sabio silencio, y en el obrar en armonía como lo manda la moral espírita, estribaría nuestra mayor divulgación de hechos que no son comprendidos, unas veces por falta de datos en nuestras explicaciones, y otra, por falta de la evolución necesaria para admitir ciertas verdades.

COMUNICACIONES MEDIÚMNICAS

Hay un gran número de espiritistas, que por falta de medios y, mayor número aún, por falta de deseos para instruirse, se conforman con las comunicaciones de los espíritus y no tienen inconveniente en declarar públicamente que, una comunicación enseña más que todos los libros juntos. No diré que esto no sea, pero creo que, en todo tiempo, ha sido necesario el estudio y el conocimiento con la experiencia.

Hace falta estudiar y estudiar con aprovechamiento, relacionarse y buscar un centro de reunión donde cambiar impresiones, no entregarse a comunicaciones espiritistas privadas, obedeciendo a indicaciones de espíritus (salvo aquellos casos que la razón lo aconseje por un algo especial y siempre con un alto fin moral) y podremos evitarnos el caer en mistificaciones y obsesiones de tan malas consecuencias como las que a diario vemos y, que tan mal parados nos dejan.

Es preciso reconocer que la manera de ayudar a la Ciencia espírita, es haciéndose culto y razonable, sabiendo lo que se cree y por qué se cree y no tener en nadie una confianza ciega.

LA CIENCIA ESPÍRITA

El Espiritismo, como todos los ideales del mundo, como todas las ciencias, necesita de estudio y análisis desapasionado para no dejarnos conducir de cerebros enfermizos, de médiums que son instrumentos inconscientes de inteligencias atrasadas, ni de nuestras propias ideas a veces erróneas.

Cuando se estudia, se aprende a pensar, cuando se piensa se aprende a razonar y cuando se comparan nuestras ideas con las ajenas, nacen discusiones que nos hacen afirmarnos en nuestras deducciones o en reformar nuestro criterio.

Dudo que, quien de esta manera obre, pueda ser nunca mistificado, por el contrario, quien dice que el libro no es preciso, teniendo comunicaciones, tarde o temprano, habrá de sufrir las consecuencias de su modo de pensar.

Amalia Domingo Soler

(Extraído del capítulo XLVIII; “Orientación Espírita”; de la obra La Luz que nos Guía, de Amalia Domingo Soler).

Imágen de portada: Prettysleepy.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *