Modificando Criterios

Modificando Criterios

Principio y fin son los dos términos de la vida dentro de los cuales están encuadrados los límites de la misma, tal la definición de aquellos ilustres investigadores del campo de las ciencias.

Para los materialistas, esos términos enmarcan una circunstancia y mantienen el concepto de que antes y después, no muestran nada por carecer de evidencias, resultado de conceptos de filosofías nihilistas, que nada prueban en un sentido o en otro.

Para aquellos habituados a pensamientos religiosos y sin mayor profundidad, la idea inmortalista es una cuestión de fe, pero razonadamente utópica…

La Doctrina de los Espíritus, considerada como la más racional de los tiempos modernos, logró montar su estructura sobre las pruebas irrefutables de aquellos a quienes la muerte física liberó, -pero no consumió-; abriendo horizontes luminosos en el pensamiento humano, que conseguía así liberarse de las amarras limitadoras de las religiones y superar las vallas de la incredulidad del materialismo, que todo lo reduce a la nada, así como a las pruebas de laboratorio que presentan los científicos, en relación a la vida biológica, rechazando de plano la existencia y supervivencia del ser espiritual..

La precisión en el tiempo de la aparición del Espiritismo mostrando su triple aspecto, representó una cuña entre el pensamiento filosófico de las antiguas religiones, de las doctrinas negativistas y la superioridad intelectual de las Ciencias, las que ante la fenomenología de la realidad inmortalista, precisaron crear otras “ciencias” para poder encuadrarlas dentro del ordenamiento científico.

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Y muy a pesar del adelantamiento tecnológico, la Humanidad se resiste a la aceptación de una doctrina esclarecedora del mayor enigma que atormenta al hombre de todos los tiempos: la vida y la muerte…

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No obstante, el progreso continúa su marcha, fiel al mandato Divino que lo convierte en Ley, modificando criterios, costumbres, tendencias.

Es que la luz de la razón viene rasgando los velos del costumbrismo y del menor esfuerzo en el pensar, para llegar como respuesta lógica y cabal de la conquista del ser.

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(Modificando criterios. Extraído de la obra: DEL MAESTRO AL DISCÍPULO; por el espíritu de Cosme Mariño; psicografía de Juan Antonio Durante. Livraria Espirita Alvorada Editora).

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