La Incógnita

La Incógnita

FRAGMENTO

Miles de siglos que la humana gente

se pregunta asombrada: ¿Dónde vamos?

¿dónde acaba y empieza lo presente?

¿Dónde nace y termina la corriente

de este mar de la vida que habitamos?

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Ya fue entonces posible que se viera

el verdadero punto de partida.

Entonces que ni Esné (1) ni el gran Dendera (2)

admiraban el cielo a su manera,

ya columbró un motivo de la vida.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .  

Volvieron las tinieblas. Desterrado

fue el destello de luz que nos besara;

y otra vez el problema planteado

quedó para otro siglo postergado,

¡que siempre la verdad cueste tan cara!

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Y crímenes sin cuento han destruido

los gérmenes de paz y amor que un día

lanzó desde el Jordán un ser querido

que tuvo la constante valentía

de morir sin que fuese comprendido.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Abrió Jesús sus brazos a las gentes,

les predicó el amor como ley santa

y refugio feliz de los creyentes.

A su lado llamó a los inocentes

y al pasado gritó: ¡Tu voz me espanta!

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Cree o muere, nos dijo el viejo mundo.

Y se nos hizo idolatrar de hinojos

a un ser brutal y malo sin segundo.

Así la sociedad llegó al profundo

caos de la maldad, ciegos los ojos.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

¿Dónde estaba la clave del misterio?

¿Dónde encontrar la incógnita maldita

que hizo de Dios un repugnante imperio?

El poder asociado al cementerio

trató de hacer su crápula infinita.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

¡El Poder! Por mandar sobre la tierra

existe aún la ignominia de la guerra.

– – – – – – –

Krainfort de Nínive (*) – (Valencia, 1900).

(La Incógnita. Extraído de la obra “Crisálidas” Poesías Espiritistas. 1913.)

*****

(*) Krainfort de Nínive, Seudónimo del poeta espiritista Eustasio Juan Vidal; fue redactor jefe de la revista «La Luz del Porvenir» de Valencia. (Bibliografía Espiritista Española: 1857-1936. Oscar M. García).

(1) Esné era uno de los grandes centros mágicos del Egipto faraónico; los griegos le cambiaron el nombre a Latópolis. Actualmente se llama Esna, y se encuentra a unos cincuenta y cinco kilómetros al sur de Luxor.

(2) Templo de Dendera, en honor a la diosa Hathor, ubicado en una pequeña ciudad con el mismo nombre, en el Alto Egipto, a unos 550 km al sur de El Cairo.

Imágen de portada: JerzyGorecki.

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