Años ha me decidí
a luchar con frenesí
por un sublime ideal;
si he luchado bien o mal
no quiero decirlo aquí.
Solo digo que a esta fecha
siento el alma satisfecha
de haber obrado con fe.
¿He cumplido? – No lo sé;
pero aquí estoy en la brecha.
Yo sé que el Espiritismo
exige mucho heroísmo
de los que luchan por él.
Héroe no fui; más fiel
lo fui ayer, lo soy hoy mismo.
¿Que la suerte me desvía
y cual tormenta bravía
me conduce a otro hemisferio?
Ni allá ni aquí es un misterio
lo que siente el alma mía.
Ni allá ni aquí falta cielo
de esperanza y de consuelo
para credo tan fecundo,
¿y habrá un pedazo de mundo
donde no tienda su vuelo?
¡Hurra, que siga la nave
removiendo el lecho suave
del mar en dichosa calma!
¿Puede naufragar el alma
que el timón manejar sabe?
Valor, que siga el bajel
su lucha contra el tropel
de las olas y los vientos.
¿Naufragan los sentimientos
ante un huracán de hiel?
La convicción me avasalla.
Mi convicción es muralla
imposible de asaltar:
detrás de ella he de luchar
mientras dure la batalla.
Siento el alma satisfecha
con toda mi labor hecha
del Espiritismo en pro.
¿He triunfado? – ¡Qué se yo;
pero aquí estoy en la brecha!
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(*)KRAINFORT DE NINIVE.
(Extraído de la revista “La Voz de la Verdad”; nº 244. Barcelona, 31 de agosto de 1912).
(*) Seudónimo del poeta espiritista Eustasio Juan Vidal. (Bibliografía Espiritista Española: 1857-1936. Oscar M. García).