ACEPTAR LO QUE NO PODÉIS EVITAR, Y EVITAR TODO LO QUE EN VUESTRAS MANOS ESTÁ (1)
La aceptación es una capacidad para asumir la realidad, sin engañarnos a nosotros mismos, con toda su crudeza, y tal como nos aparezca.
Es liberar nuestros apegos a todo, a relaciones, ideas, posesiones, emociones, dependencias psicológicas; no estancarnos en el “esto quiero o esto no quiero”; es adaptarse, no luchar.
No es una resignación ciega, es comprender que la vida no tiene “caprichos” ni “casualidades”, sino que es el resultado de “causas”, “hechos”, que originan las circunstancias que se dan, y aceptarlas es sencillamente “conectar” con esa realidad.
Nuestra conducta en la vida actual, nuestros actos, ocasionarán las consecuencias, los hechos que en el futuro encontraremos, y que nos afectarán tanto a nosotros como a quienes compartan la próxima existencia; por eso, hay que evitar todo lo negativo que podamos hacer, tanto a personas, a seres vivos, como a la misma naturaleza. No quejarnos de lo que nos ocurra, sino que tenemos que aprender de ella, de nosotros mismos, de nuestros recursos para mejorarnos y transformarnos, consiguiendo ser mejores personas.
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(1) “Aceptar lo que no podéis evitar”. Ideas recibidas mediúmnicamente en el Centro Espírita Hogar Fraterno a lo largo de varios años.
Imagen de portada: Colibrie.
