La Inmigración ¿Es Un Problema?

Inmigración

Libro de los espíritus, Allan Kardec, Ley de igualdad, Ítem 803. “¿Todos los hombres son iguales ante Dios?

Sí, todos tienden hacia el mismo fin y Dios ha hecho sus leyes para todos ellos. Con frecuencia decís: “El sol nace para todos”, y estáis manifestando una verdad mayor y más general de lo que pensáis.”

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LAS MIGRACIONES A LO LARGO DE LA HISTORIA

A lo largo de la historia siempre ha habido luchas entre tribus, pueblos, razas; y la creencia de que unas eran superiores a las otras. Unos pueblos han conquistado a otros -más débiles- provocando con ello la explotación, la subyugación y la denigración hacia los vencidos. La esclavitud, el comercio y los abusos de todo tipo han sido hasta hace pocos lustros, un hecho común en muchas partes del mundo. Siempre ha habido migraciones ya que el hombre en su afán de bienestar y asegurarse el sustento diario, ha ido buscando mejores asentamientos, climas, tierras, prosperidad y, en suma, aquello que le permitiera subsistir e ir mejorando poco a poco.

Actualmente con motivo de la globalización y de la facilidad que los medios nos proporcionan para movilizarnos, es más frecuente el hecho de la inmigración, que se produce a diario, principalmente de los países menos desarrollados a los más adelantados. Las personas siguen buscando una mejoría y huyen de la miseria, de la guerra, del terror y de tantas circunstancias que se generan en sus pueblos, que les impiden permanecer allí, y salen no por capricho sino en busca de una mejor situación.

LEGISLACIÓN Y GRUPOS DE OPINIÓN

Esto genera diferentes opiniones, unas a favor de este hecho y otras en contra. Las naciones procuran legislar para que todo se desarrolle adecuadamente, conforme a ley, controlando así los flujos de migración, y los deberes y derechos que deben amparar a estas personas; que no por gusto se ven forzadas a dejar sus casas, sus familias y su tierra natal. Es irremediable que a nivel particular cada cual se posicione y manifieste su opinión.

Imagen: moonietunes.

Asimismo, surgen muchos grupos con diferentes intereses, que procuran influir en los gobiernos para que se legisle según ellos consideran. Hay en la actualidad una tendencia que poco a poco va creciendo que considera al extranjero como “al inmigrante pobre”, un estorbo, alguien que está de más en “su» sociedad. Nos olvidamos que son personas, seres humanos; y que no son ilegales solo por el hecho de querer formar parte de nuestra sociedad y querer prosperar junto a nosotros.

Por lo general, la gran mayoría de las personas que dejan sus países y todo lo que tienen, lo hacen por necesidad y quieren trabajar, ganarse la vida con el sudor de su frente, algo que no pueden lograr allá de dónde vienen. Por tanto, debemos dejar a un lado, en este breve análisis, a ese otro posible grupo que es una minoría, que puede que no venga con ese objetivo, y que incluso pueda darse el caso, en algunos de ellos, que vengan con tendencias delictivas; pero hemos de ser sensatos y prudentes; no debemos meter a todos en el mismo saco. No deben pagar justos por pecadores.

INMIGRACIÓN Y DESARROLLO

Ante todo, hemos de reflexionar y someter a un sano juicio esta delicada cuestión que representa la inmigración. Hemos de procurar ser justos y ecuánimes, para no incurrir en errores que supongan un daño irreparable en muchas personas que llegan a nuestros países con el sueño de prosperar y de contribuir, en consecuencia, a la mejora de nuestros pueblos.

Si repasamos la historia, son precisamente los estados que más inmigrantes han recibido, los que más rápidamente han prosperado y se han desarrollado de un modo que, sin este hecho, ni siquiera hubieran podido imaginar. Naciones como Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, Francia, Suiza y otros dieron cabida, cruzando sus fronteras, a millones de inmigrantes que contribuyeron de tal forma en el desarrollo y expansión de su economía, su industria, etc., haciendo de estos países los más desarrollados y económicamente mejor posicionados; luego, esto dice bien a las claras la necesidad de comprender bien este «supuesto problema», antes de emitir juicios gratuitos, y sin la debida reflexión y análisis en todos sus términos.

LA INMIGRACIÓN EN ESPAÑA

Imagen: La Voz de Galicia.

Nuestro país, España, sin ir más lejos, ha sido históricamente una tierra en la que encontraron y se posicionaron diferentes pueblos y culturas: fenicios, celtas, iberos, visigodos, romanos, musulmanes, judíos. Desde siempre, nuestra tierra ha asistido en el tiempo a movimientos extraordinarios. Más adelante, se convirtió en una nación poderosa, la más poderosa del mundo, gracias a qué, con el descubrimiento del nuevo mundo, se propició un cambio en nuestra humanidad como nunca lo hubo. También, no hay que olvidar que, en el siglo XX, durante la posguerra, y ante el escenario de un país roto y desbastado, muchos tuvieron que emigrar a otros países de Europa y de América para subsistir y encontrar posibilidades de prosperar dignamente en la vida.

Nadie dice ahora que todo aquello fue ilegal, no hablemos de lo que se hizo en África, quizás el continente más atropellado y en donde se generó más sufrimiento con el comercio de esclavos que duró varios siglos. Ahora, sin embargo, todos aquellos que vienen aquí a nuestra civilizada y rica Europa que no tienen recursos para pagar un billete de avión, por ejemplo, los consideramos ilegales.

EL PROBLEMA A LA LUZ DEL ESPIRITISMO

Bajo la luz del espiritismo, todo esto no tiene ningún argumento, ningún sentido, ya que todos los hombres somos iguales ante Dios, el sol sale para todos, y es deber de los más adelantados ayudar a los que van por detrás en el camino. Ayudar se puede hacer de una y mil formas, se deberá estudiar, analizar y brindar todas aquellas soluciones más acertadas y prometedoras, se deberá evitar que muchísimas personas tengan que recurrir a la ilegalidad, a venir clandestinamente.

Tienen que existir medios para corregir tanta impunidad y cortapisas que se les ponen a los más desgraciados de la humanidad, y que muchos de ellos pagan con sus vidas durante la trágica travesía que tienen que surcar, y que muchos de ellos nunca llegan a arribar a la nueva tierra que pretenden alcanzar, pero lo que no se puede hacer ahora es poner barreras, muros, concertinas y negarles el auxilio a los que están a punto de naufragar en mitad del mar. Eso sí es ilegal, inhumano y falto de toda caridad, que es el principio primordial del amor.

NO SE PUEDEN PONER PUERTAS… AL PROGRESO

Imagen: moshehar.

Por lo tanto, cerrar las puertas no es ninguna solución, no se pueden poner puertas al campo. Pero nos debe asistir el espíritu de la caridad, de la solidaridad y de la buena voluntad; otro modo de hacer, sólo traerá más problemas añadidos y lejos quedarán las soluciones y el afrontar los problemas como se deben afrontar, con grandeza, con humanidad, con votos de paz y de fraternidad entre los pueblos.

La solidaridad toca a nuestras puertas, la fraternidad es algo que no se ha consumado aún en nuestra humanidad; fraternidad es amor entre hermanos. Todos los seres humanos somos hermanos sin duda. Tenemos ahora lo que hemos sembrado y las pruebas que deben forjar nuestro espíritu, y debemos demostrar que no rechazamos a nadie, que no somos mejor que nadie, y que, por encima de todo, que estamos para ayudar y colaborar los unos con los otros.

LA PARÁBOLA DE LOS OBREROS DE LA ÚLTIMA HORA

Pensemos en la parábola de los obreros de la última hora, ¿no pueden ser acaso los inmigrantes algo parecido? Si vienen a nuestra tierra con ganas de trabajar, con el deseo lícito de prosperar, y piden trabajo ¿por qué no darles la oportunidad? Muchos de estos inmigrantes demuestran que quieren trabajar en lo que sea, tal es la forma de salir de la necesidad en que se encuentran. Muchos de nosotros no queremos trabajar en muchas cosas, no nos acomodan, pensamos que no hemos nacido para eso, los trabajos más pesados y menos retribuidos son para los inmigrantes. ¿Por qué entonces muchos dicen que los inmigrantes nos quitan el trabajo?

LA VERDADERA PUREZA

Con sabiduría y altura de miras, la inmigración no debería de ser un problema, sólo hace falta gestionarla bien, promoviendo una adecuada educación, eficiente, práctica e integradora. Demostrando que la pureza de una persona no se haya en la sangre, ni en la raza, sino en el espíritu, en sus capacidades, que todos las tenemos; para aprender a dar lo mejor de nosotros mismos; comprendiendo que la verdadera pureza reside en la autenticidad del ser humano, en sus valores, y no en el aspecto externo material, o su lugar de origen. El espíritu no tiene sexo, tampoco tiene raza ni color, sopla donde quiere, pero no sabes de dónde viene ni adónde va, en referencia a la lección que el Maestro de Nazareth le ofreció a Nicodemo.

En resumen, no es la raza, ni el color de la piel lo que importa, eso es temporal, pasajero; además, no sabemos, a día de hoy, y desde la perspectiva de la inmortalidad del alma; de dónde venimos, ni dónde encarnaremos en nuestra próxima existencia; Por lo tanto, seamos prudentes y sabios, puesto que lo que sembremos ahora, recogeremos en el futuro.

 F. H.

Imagen portada: Mohamed Hassan.

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