SOCIEDAD ALTRUISTA
Hermanos míos: nunca os habéis reunido con fines más elevados y más dignos, ni habéis trabajado en obra superior a la que estáis realizando.
Mientras exista en la humanidad terrestre el desequilibrio causado por la ignorancia, el orgullo, las pasiones y los males todos que nos rodean, y a más la expiación de nuestro propio atraso, la caridad, símbolo de la unión entre el amor y la tolerancia, será la matrona que nos dará su mano y nos levantará en las aflicciones más terribles de la vida.
Ella, llevándonos el pan y el abrigo, nos recordará que hay Dios, que hay providencia y transformando en esperanza nuestra angustia, nos dará fuerzas para llevar cruz tan pesada como es la que llevamos todos en la Tierra; y hablo así, porque solo la caridad que existe en el Universo, en donde rige la ley creada por el Padre común, puede habernos salvado de tantos conflictos como hemos pasado.
Así que, los que procuráis llevar el pan al menesteroso, respondéis y trabajáis según la ley de caridad que practican los espíritus de elevados sentimientos, y edificáis los cimientos de la fraternidad humana.
Continuad en vuestra tarea empezada, hombres y mujeres de buena voluntad, sed los espiritistas los más ardientes obreros de esa obra, que éste es el deber de todo buen espiritista; unamos a esta caridad material, la caridad moral, que consiste en dar todo el valor que tienen las buenas cualidades de cada uno de nuestros hermanos, siendo ciegos y mudos para los defectos ajenos, sólo ocupándonos de ellos cuando una necesidad sumamente justa lo reclame, no olvidando nunca en tales circunstancias el “corrige deleitando”, sublime máxima que es necesario sea nuestra constante práctica.
Trabajemos en estas prácticas que sintetizan la moral del Cristo, el Señor y el Maestro, y nos conducen por el camino que nos acerca a Dios nuestro Excelso Padre; amor, perfección y sabiduría infinita, tras del cual iremos en pos eternamente, para entenderle, compenetrarle más y más, y para amarle y adorarle con toda la potencia de nuestro espíritu.
Adelante con vuestra obra empezada, espiritistas y seres de buena voluntad, y que Dios os guíe, os desea vuestro hermano.
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«Sociedad Altruista». Artículo extraído del número 38 de “La Luz del Porvenir” de Barcelona; 23 de enero de 1896.