PERDONAR A LOS QUE NOS HACEN DAÑO, NOS HACE SUBIR MUCHOS PELDAÑOS [1]
Según nos dice Kardec en el libro del Evangelio según el Espiritismo, perdonar se puede hacer de dos formas:
LA PRIMERA, la auténtica, noble, grande, generosa, sin segunda intención, manejando con delicadeza el amor propio y la susceptibilidad del causante y culpable.
LA SEGUNDA, es cuando el ofendido o el que se cree estarlo, exige o impone al otro alguna condición humillante para ser perdonado o disculpado, causándole irritación o malestar; en este caso, no es un acto de generosidad, sino un acto de orgullo.
En el CAP X, del Evangelio, nos dice claramente: “Si no perdonamos a los que nos ofenden, nuestro Padre tampoco nos perdonará«. «Antes de presentarte a ser perdonado, perdona y perdónate a ti mismo«.
Si nos consideramos espíritas, no debemos olvidar nunca estos mensajes, y aplicarlos como nos aclara, para elevar nuestra moral, que es caminar siempre con bondad y generosidad, sin juzgar, acusar, ni llevarlo al terreno personal.
Mari Paz Irigoyen
***
[1] «Perdonar a los que nos hacen daño». Ideas recibidas mediúmnicamente en el Centro Espírita Hogar Fraterno a lo largo de varios años.
Imagen portada: StockSnap.